top of page

MÁSCARAS RITUALES: identidad, cultura y tradición

Las máscaras rituales caribeñas son mucho más que objetos decorativos: son expresiones vivas de identidad, espiritualidad y resistencia cultural. Nacidas del encuentro entre tradiciones africanas, indígenas y europeas, estas máscaras han sido utilizadas durante siglos en ceremonias, danzas y carnavales. A través de ellas, los pueblos del Caribe honran a sus ancestros, invocan espíritus protectores y celebran la vida comunitaria con color, música y simbolismo. Cada máscara cuenta una historia, y cada rostro tallado guarda un legado profundo que aún hoy sigue latiendo en las fiestas y rituales de la región.

Contexto Histórico

MASCARA RITUAL.jfif

A partir del siglo XVI, con la trata transatlántica de esclavos, millones de africanos fueron forzados a cruzar el Atlántico y llevados a las islas caribeñas como mano de obra esclavizada. Junto con ellos, también viajaron sus costumbres, creencias, lenguas y expresiones culturales, entre ellas, el uso ceremonial de las máscaras.

En muchas culturas africanas, las máscaras cumplían funciones sagradas: se utilizaban en rituales para comunicarse con los espíritus, rendir homenaje a los antepasados, pedir protección o marcar momentos de transición, como nacimientos, cosechas, iniciaciones o funerales. Estas prácticas se adaptaron a las nuevas realidades del Caribe, muchas veces en secreto, como una forma de preservar la identidad y resistir la opresión colonial.

Con el tiempo, las máscaras africanas se mezclaron con elementos de las culturas indígenas caribeñas y de las festividades europeas (como el carnaval), dando lugar a una tradición sincrética única. Así nacieron figuras como los vejigantes en Puerto Rico, los diablos cojuelos en República Dominicana o los Jab Molassie en Trinidad y Tobago, todas ellas con raíces profundas en el simbolismo africano.

Hoy, las máscaras rituales caribeñas son testimonio del poder de la cultura para sobrevivir, transformarse y seguir transmitiendo memoria, espiritualidad y comunidad.

DIABLO COJUELO.jfif

En el carnaval dominicano, el diablo cojuelo sale cada domingo de febrero de su “cueva”.

VEJIGANTES.jfif

Los Vejigantes son personajes festivos típicos de Puerto Rico, especialmente asociados con el Carnaval de Ponce y las Fiestas de Santiago Apóstol en Loíza.

JAB MOLASSIE.jfif

El "Jab Molassie" es un personaje tradicional del Carnaval de Trinidad y Tobago, representando un "diablo" o "demonio".

Del Clan al Espíritu: Significado del Frontal Tlingit en la Cultura Tlingit

Si bien las máscaras rituales del Caribe surgen de una fusión de herencias africanas, europeas e indígenas, otras regiones del continente americano también desarrollaron complejas tradiciones en torno al uso ceremonial de la máscara. Estas expresiones, aunque culturalmente distintas, comparten elementos fundamentales como el vínculo con lo espiritual, el simbolismo identitario y el poder transformador del objeto ritual.

Alejándonos de la costa caribeña, los pueblos indígenas del noroeste de América, como los Tlingit, elaboraban máscaras que se usaban en rituales de linaje, como el potlatch, y representaban a seres míticos protectores., es aquí cuando aparece el Frontal Tlingit (ca. 1775–1800), con ojos redondos, geometría estilizada y figuras zoomorfas. Aunque culturalmente distintas, las máscaras afrodescendientes y Tlingit compartían una función trascendental, la de transformar al portador en canal entre el mundo humano y el espiritual. Ambas tradiciones reconocen que la máscara no es un simple objeto decorativo: es un dispositivo de conexión ancestral y espiritual, que se “activa” en momentos específicos de la comunidad. En las culturas Tlingit, la máscara está ligada a jerarquías y clanes; en las afrodescendientes del Caribe, su uso es más comunitario y lúdico, en muchos casos nacida desde la marginalidad como forma de protesta.

Vista 3D del Frontal Tlingit

Actualmente, esta máscara frontal Tlingit forma parte de la colección permanente del Museo de América en Madrid, bajo el inventario n.º 07480 (catalogada simplemente como "Frontal, estilo Tlingit, 1775–1800") según registros de colecciones en red. Su llegada a España data de fines del siglo XVIII. Es muy probable que la pieza fuese traída por miembros de las expediciones marítimas españolas al Pacífico Norte. En particular, la Expedición Malaspina (1789–1794) y otras misiones científicas españolas recolectaron objetos etnográficos de Alaska y la Columbia Británica, muchos de los cuales terminaron en las colecciones reales. Durante el siglo XIX, estos objetos pasaron al Museo Arqueológico Nacional y posteriormente, tras la creación del Museo de América en 1941, se integraron a sus fondos. 

Para finalizar, debemos señalar que esta pieza, tras más de dos siglos desde su creación, permanece en una colección pública, donde cumple una función educativa: en contextos museográficos contemporáneos se le presenta para contar historias de intercambios culturales tempranos entre América y Europa, la riqueza de las tradiciones artísticas afrodescendientes e indígenas en América, y la complejidad de la modernidad colonial.

Rostros de identidad a través de las Humanidades Digitales

Para finalizar esta sección, creo que de especial relevancia hoy en dia son las humanidades digitales. Por lo que, a través de dos herramientas como son Recogito y Gephi intentaremos acercar un poco más la cultura de las máscaras por medio de las mismas.

A través de la herramienta Recogito, analizaremos el artículo de Angie Marcela Cabrera Peña sobre el Carnaval de Barranquilla, centrándonos en los aspectos culturales más relevantes de la fabricación de las máscaras y la clara influencia africana de su elaboración.

CAPTURA DE RECOGITO.png

1. Recogito

Untitled.png

2. Gephi

Con esos términos seleccionados, Gephi procesa los datos y establece relaciones entre los distintos conceptos.

bottom of page